Sabemos los beneficios de ser una lectora o lector, por lo mismo, queremos hacer todo lo posible para lograr que nuestros niños y niñas alcancen esta habilidad, disfruten y gocen de la lectura. Es importante mencionar y ser conscientes de que cada momento de lectura que intencionemos con los infantes es una invitación a una experiencia de aprendizaje, además de un momento de conexión entre el niño/a y quien narra la historia. Es nuestra responsabilidad como adultos intencionar y mediar en ese momento y no leer por leer. Pero ¿Cómo puedo lograrlo?, ¿Qué puedo hacer para que a mis hijos les guste leer y disfruten de este momento?
Te invitamos a que busques lápiz y papel y tomes nota de lo que te contaremos a continuación.
Debemos siempre tener en consideración que el encuentro con la lectura debe ser agradable, positivo y no forzado, así poco a poco esta práctica se irá consolidando.
– Independiente de la edad que tengan los niños, dejar que ellas y ellos sean quienes elijan el cuento.
– En lo posible, crear un ambiente adecuado para la lectura donde ambos interlocutores puedan escucharse y no ser interrumpidos. Puedes también motivarte a tener en casa un rincón de lectura.
– Si queremos que esta práctica sea constante y permanezca en el tiempo, es necesario que dejemos algunos minutos del día para llevarla a cabo. Por lo general, esto se realiza antes de dormir pero no significa que no se pueda realizar durante el día o por ejemplo: cuando vayan a un parque.
– Hacer partícipe a las niñas y niños durante la lectura, ya sea haciendo preguntas, mostrando las imágenes, dejando espacio para que comenten sus opiniones y (si quieren) realizar dibujos.
– Comentar la importancia del cuidado de los cuentos, ya sea, de la biblioteca que han estado formando en casa y/o de los cuentos que leen en los distintos espacios literarios abiertos a la comunidad.
Por último, no sería mala idea aventurarse con un club de lectura e intercambiar libros con vecinos/as del barrio ¡Anímense!
La letra 
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